El amor y el dolor se van enredando
se entrelazan, uno en torno al otro:
Se clavan en la tierra,
y crean raíces,
se alojan en los pedacitos de nuestro jardín.
Ahí la despedida suena entre ambos,
las palabras en silencio decretan la sentencia.
Los días y los meses y los años que hay
entre nosotros se hacen distancia.
Y entonces,
el día se acaba.
Ya no hay nada más que decir.
(Hastasiemprecorazón).