Coraje

Me aferro al coraje
para no morir de pena
o salir corriendo.

Me aferro al silencio,
a ver si escucho alguna verdad
o por lo menos una mentira a medias.


Y ahora, lejos,
a las montañas, el viento y el frío.
A los campos, la playa lunar, la madera mojada.
Me aferro con toda mi fuerza y con toda mi vida
a la alegría y al dolor,
y a las vidas que podrían ser.

En el corazón las guardo.
Y luego las dejo ir.

La Despedida

El amor y el dolor se van enredando
se entrelazan, uno en torno al otro:
Se clavan en la tierra,
y crean raíces,
se alojan en los pedacitos de nuestro jardín.

Ahí la despedida suena entre ambos,
las palabras en silencio decretan la sentencia.
Los días y los meses y los años que hay
entre nosotros se hacen distancia.

Y entonces,
el día se acaba.

Ya no hay nada más que decir.







(Hastasiemprecorazón).