Warwick Avenue



Todos los días lejos son un día mejor. No verte significa muchas cosas y una de las mejores es que por fin puedo descansar del cansancio de quererte, del cansancio y del esfuerzo porque no lo supieras tanto, demasiado.

Es más fácil así intentar no quererte. Es más fácil imaginarte siendo más feliz y más como tú y ella cuando es a la distancia. Es más fácil pensar en otras cosas cuando no estás en todos los segundos, aunque en el fondo si sea así.

Quizá ni siquiera te quiera como te quería. Es muy probable que estos sean sólo retazos, pedazos de las cosas de ti que habían en mi. Y que vuelven con algún caracter que agregas, con cada punto, paréntesis, letra en la que yo no estoy. Y no... No. No tengo ni una esperanza de nada. No tengo ninguna escena manipulada y manoseada que pueda seguir repitiendo para sentirme mejor. No puedo esperar nada de ti, no lo hago, yo renuncié. Yo renuncié a quererte unidireccionalmente. Renuncié a ser personaje secundario, porque me rehúso a quedarme con esta historia. Si me hubieses conocido sólo un poco, sólo en alguna parte, hubieses visto que mi cariño tampoco se comparte. No tiene garantía porque no es objeto. No es uso y devuelta.


No. Yo ya no sé si te quiero o no te quiero. Lo que sé es que me duele tanta palabra derramada en vano. Porque yo sé, yo si sé que fue en vano. Tiempo derrochado, tiempo comprado a crédito. Fue error, fue lo-que-nunca-debiste-haber-hecho. Tú lo sabes, desde siempre.

Pero, ahora, yo también lo sé. 


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