Su Novio Número 3

El olor a saliva había empezado con el primer beso. Ella se comió un chicle y trató de no sentir el aroma a secreción impúdica y expuesta, pero al otro día el olor persistió. Y mientras pasaban los días, en vez de acostumbrarse, el olor comenzó a invadir su casa, su aire y su propia calle. Sus piernas, sus brazos, sus pechos. Había olor a saliva por todas partes, por todos lados, impregnada a propósito, a despropósito, pero impregnada igual.

Entonces a la semana siguiente tuvo que terminar con él.

1 comentario:

  1. Morgui, ey al fin di con tu blog.... bueno, lo primero que quería decirte es que gracias por tu comentario en mi blog de intento de suicidio... en serio, no imaginé que me escribirías. Fue super lindo.

    Lo otro, y es algo en que he estado pensando harto, es lo de la otra vez en el fotolog... te quería pedir mil disculpas, en serio... quizás ya pasó harta agua bajo el puente y creo me comporté re mal contigo. Espero no te moleste.

    Y eso, más que nada fue re importante ver tu comentario en mi blog. Nada más que decir, gracias.

    Te agregaré a mi lista de blogs si no te molesta.

    Un abrazo
    Erendis

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